sábado, 29 de septiembre de 2007

FABIO McNAMARA
LA MÁS GRANDE

Fuera lo que fuera eso que llaman la movida madrileña, está claro que Fabio McNamara, antes conocido como la Fanny, responsable con Almodóvar o Miguélez de las canciones más petardas del pop español, con una carrera tan irregular como imprescindible, es, para muchos, una de las reinas indiscutibles de aquellas juergas ochenteras. Aun hoy incombustible, el auténtico rey del glam presenta el álbum "Requiebros de mujer en el burlaero" junto a Sarassas Music, en el que sigue demostrando su genio transgresor y llena-pistas. Como él ha dicho que “la promoción va por dentro”, repasamos aquí lo mejor de su carrera.

Cuando Andy Warhol le conoció en una fiesta de la alta sociedad madrileña que se dio en su honor, en febrero de 1983, se acercó a él y le dijo que era una estrella. Por una vez Warhol llegaba tarde porque, por aquel entonces, después de haberle visto en las películas de Almodóvar, de haber escuchado sus disparatadas canciones y, especialmente, de haber dado un nuevo significado a la palabra transgresión, a nadie le cabía la más mínima duda de que Fabio McNamara era una estrella. De haber vivido en Nueva York o Londres, hoy sería una criatura mundialmente legendaria. Pero Fabio es de Madrid, así que lo sentimos mucho por el resto del mundo, que se pierde al único ser capaz de albergar a Ziggy Stardust, Iggy Pop y las New York Dolls como si de una santísima trinidad profana se tratara.

Su camino hacia el estrellato más absoluto comienza en 1976, cuando conoce a Costus, la pareja de pintores cuya casa acabaría convirtiéndose años después en el portal de Belén de la Movida. También conoció a Tino Casal y a personajes como el cazatalentos Miguel Ángel Arenas “Capi”, y con ellos compartió su pasión por la pintura, Bowie, Alice Cooper y el glam. A veces, en los conciertos de grupos amigos, hacía las presentaciones o cantaba un tema, pero nunca se planteó seriamente hacer música. Hacía canciones con Tino, pero sólo por diversión. A Fabio le gustaba travestirse y cuando se cruzó en el camino de Alaska y Los Pegamoides, hubo flechazo. Él se ponía modelos con sujetadores y bragas de saldo y pelucones rosas, y ellos lo veían como la Wayne County española, así que le propusieron que hiciera las presentaciones de sus actuaciones. Fabio salía cantando una canción, ‘Ne me quitte pas’ o ‘Apres toi’, y la gente se lo pasaba de miedo. En Casa Costus, Fabio comenzó a dar forma a su mundo, mezcla de glam, punk, surrealismo y dadaísmo. Allí pintaba, escribía letras y, sobre todo, verbalizaba sus ocurrencias. Fue parte importante de “El Chochonismo Ilustrado”, la exposición de Costus que inauguró la Galería Vijande a finales de 1981.

Para entonces, Pedro Almodóvar también había caído rendido ante el torrente de ideas de Fabio. Lo sacó en ‘Pepi, Luci, Bom...’ como vendedora de avón, le hizo protagonista de la fotonovela ‘Toda tuya’, le convirtió en su pareja musical para ‘Laberinto de pasiones’, donde bordaba el papel de sí mismo ( ver video anterior), y lo explotó en alguna película más. Primero fueron Black Kiss Dolls, un dúo que se autodenominaba de “morro-rock”, acompañado por amigos como Carlos Berlanga, Bernardo Bonezzi, Nacho Canut y Ana Curra, que terminó convertido en Almodóvar & McNamara.

Fabio McNamara compartió con Pedro Almodóvar toda la gloria y el glamour cañí de Almodóvar & McNamara, aquella experiencia erótico-festiva-musical que puso patas arriba la música española en tiempos de la muy sobada movida, con aciertos como “Gran ganga” o “Voy a ser mamá”(ver video posterior), entre otras perlas. En cuestión de meses, A&M se habían convertido en uno de los nombres clave de la cada vez más popular Movida y, cuando la revista La Luna de Madrid comenzó a publicar el diario de Patty Diphusa –una estrella porno ficticia inventada por Almodóvar–, fue Fabio quien le puso rostro sobre el papel.

El distanciamiento artístico con Almodóvar no supuso el fin artístico de Fabio. McNamara creó un nuevo proyecto musical junto a Luis Miguélez, guitarrista del grupo Dinarama, y Juan Tormento. Debutaron en 1986 con el disco "Fanny y Los +", el primero de los cuatro que el grupo produciría y que obtuvo un discreto éxito. Una década más tarde aparece "A tutti plein", el primer álbum firmado como McNamara, una vez más en compañía de Miguélez, de inspiración ochentera pero ya con ritmos más modernos, que sientan las bases de lo que será la producción posterior del artista.

En 2000 sale su segundo álbum "Rockstation", enorme y sorprendente álbum que demostró que Fabio McNamara y Luis Miguélez se encuentraban en un excelente estado de forma. Canciones tecno-pop para las pistas de baile, con letras bastante interesantes, divertidas y glamurosas, que nos dejan auténticos hits como “Boogie movie” o “mi correo electrónic... oh!"(ver video anterior, posterior al posterior y el anterior), “Ultraceñidas”(ver video posterior al anterior, posterior al posterior y al anterior) o la imprescindible “Gritando amor”.

"Rockstation" tuvo una gran acogida tanto por parte de la crítica como del público. El grupo dió por primera vez actuaciones, pero el siempre incontrolable Fabio no tardó en distanciarse profesionalmente de Miguélez y McNamara acabó esfumándose en el aire.

Pero el renacer personal y artístico de ‘Rockstation’ sirvió para que muchos jóvenes le descubrieran y comprobaran que no hay nadie como él. Columnista de Primera Línea, se convirtió en un símbolo cuya influencia brilla invisible en las noches madrileñas de esta década, en el espíritu de fiestas como “En plan travesti” y grupos como Nancys Rubias.

Su última aventura musical la protagoniza junto al también pintor Antonio Villatoro –con quién ya grabara el tema ‘Drácula’– y Agustín Querol, un trio destinado a revolucionar los cimientos del panorama musical patrio con una propuesta atrevida y disparatada: Sarassas Music.

Mariclones” es el álbum de debut de Sarassas Music. El potente sonido que arropa a la certera selección de canciones de "Mariclones", creadas y producidas poniéndose el mundo por montera, convierten a este álbum en un cóctel explosivo, un disparate musical, tan certero y divertido que permite la convivencia, con total naturalidad, de temas como “¿Quién es ese hombre?”, un reggaeton-putón , con otras joyas como la ya conocida “Hija de puta internacional”, techno-surrealismo musical al borde del delirio.

Poco más de un año después de la edición de “Mariclones”, Sarassas Music ya tiene un nuevo álbum, “Requiebros de mujer en el burlaero”, tan atrevido y disparatado como su predecesor. “Requiebros de mujer en el burlaero", un proyecto más heterogeneo, y más irregular, que los anteriores trabajos de Fabio, en el que se hace un repaso, no siempre certero, a los géneros músicales más disparatados, aderezado con las últimas tendencias techno-mari-dance. “Indiscriminadamente”,incluida en la banda sonora de la película “Chuecatown", y, sin duda alguna, la mejor canción del álbum, y seguramente una de las mejores canciones patrias de la década.“Pesadilla en Siesta Streap” o una delirante “Requiebros de mujer en el burlaero”, son sólo tres ejemplos supremos de surrealismo musical al borde del colapso del, hasta ahora, último proyecto musical de Fabio McNamara. Últimamente ha rebido distintos homejanes, uno de ellos en forma de un socorrido disco en el que sus, supuestos, admiradores versionaban sus temas favoritos. Incluso se ha publicado un álbum recopilatorio en el que se repasa en dos cd´s lo mejor de su carrera.

Pero a los que destestamos estas burdas estrategias comerciales, sólo nos queda la espera de su próximo trabajo, en el que deseo vuelva a colaborar con Miguélez, que es el que mejor partido ha sacado de Fabio, y espero vuelva a sorprender, divertir y demostrar que hay vida, inteligente y extraterrestre, más allá del planeta Cuarenta.